El crédito a tasa subsidiada al consumo, la vivienda y el sector público

Este semestre, los bancos sólo pueden prestar a tasa subsidiada para comprar automotores y máquinas viales si son nacionales y al sector público 

Los bancos enfrentan otro semestre de la línea de crédito para la inversión productiva, que los obliga a prestar a tasa subsidiada inversiones de las pequeñas empresas. En tramos anteriores, el Banco Central (BCRA) fue agregando alternativas al objetivo original para que pudieran cumplir con las metas semestrales: capital de trabajo, hipotecarios, consumo, comercio exterior y certificados de obra pública.


Pero este semestre restringió la porción destinada a financiar la inversión de las pymes, ya que sólo podrán imputar al financiamiento a la compra de automotores y maquinarias viales si estos bienes son de origen nacional y el beneficiario es el sector público no financiero.

La restricción preocupa a los bancos por la dificultad adicional para cumplir el objetivo de la línea de este semestre –unos $ 50.000 millones, un 7,5% de los depósitos a plazo de los privados–, ya que destinan por lo menos un 20 a 30% de la línea a financiar automotores y en algunas entidades el rubro asciende al 60%.

Pero así lo aclaró el BCRA por correo electrónico tras las consultas informales que realizaron los bancos: "Se entiende que integran este concepto todas las unidades propulsadas por un motor (diésel, eléctrico o híbrido diésel-eléctrico o nafta) susceptibles de ser inscriptas en los registros de la propiedad automotor correspondientes".

Las entidades, entonces, no podrán financiar al 18% anual la compra por parte de las pymes de camiones, camionetas, utilitarios, autos, autoelevadores, pero tampoco determinada maquinaria agropecuarias, como una cosechadora con motor, según explicaron.

La restricción a las pyme es mayor, porque este semestre el BCRA obliga a financiar el 25% del tramo para descontar cheques de pago diferido en julio (de un máximo de 35%), un objetivo difícil de cumplir, por lo que quedará un mayor volumen para el resto de los fines. Y a las entidades no les conviene concentrar demasiado su exposición en créditos al sector público.

Y complica operaciones acordadas en el tramo anterior que no pudieron instrumentarse porque el proveedor no tenía el automotor disponible.

También las terminales automotrices estaban ayer analizando el efecto de la norma. Después de recibir un aumento en el cupo de divisas para importar, ahora deberán vender sus unidades a los privados a una tasa de financiamiento de mercado, por lo menos 10 puntos superior.

Por eso las cámaras bancarias se contactarán con el BCRA para solicitar una revisión de la norma. Y se espera que las terminales las acompañen a nivel ministerial.

Menos divisas

En el sector financiero, se entiende que el objetivo de la restricción es evitar que el sector automotriz consuma más divisas para producir los vehículos cuya venta luego se financiará con esta línea.
También una forma de canalizar, en un semestre electoral, la línea subsidiada hacia el financiamiento al sector público, al consumo y la construcción también para individuos.

Según explicaron en el BCRA, el cambio se hizo "para privilegiar la fabricación nacional y el empleo en el país. Y para privilegiar el servicio público que está vinculado a los patrulleros, ambulancias y en los municipios, a los camiones de residuos".

Entienden que la línea tiene todavía a las pymes como foco: "El objetivo es que el crédito para las pymes tenga otros objetivos no sólo los vehículos".
 
La línea puede financiar la compra de otro tipo de maquinaria para las pymes, pero los bancos consultados dijeron que la demanda es menor.

Por lo pronto, la línea que nació para financiar la inversión de las pymes, ahora permite destinar un 40% del cupo a préstamos hipotecarios para individuos; préstamos a personas físicas con ingresos familiares de hasta ocho veces el salario mínimo, vital y móvil para comprar una vivienda mediante fideicomisos de construcción; descuento de documentos o certificados de obras públicas realizadas incluso en jurisdicciones diferentes de las que la entidad financiera es agente financiero; financiaciones a empresas no financieras emisoras de tarjetas de crédito, entre otros.


Fuente: Cronista | Veronica Dalto

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